Michel Foucault

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Sujeto tácito

No es fácil hablar de un hombre que sobrepasa cualquier descripción por más profunda que sea ella. No es fácil acercarse a un estrella sin errar en el camino, por lo mismo hablar de Michel Foucault es hablar de uno de los grandes pensadores de nuestro tiempo y hablar de él restringiéndose al lenguaje seria un pecado, por lo tanto lo que pretendemos es sólo dar un pequeño bosquejo de su pensar. Allá por la década del 60 aflora para el mundo un pensamiento llamado, “el Pensamiento Estructuralista”, podríamos señalar que es un continuador del pensamiento de Claude Lévi-Strauss, pero Foucault va más allá de la lingüística social, a dónde se dirige nos preguntamos, pues bien, para cualquier seguidor de Foucault, sabemos muy bien que uno de los autores que mayor influencia tuvo él fue Nietzsche. Es precisamente con el pensamiento nietzscheano donde irrumpe en el pensamiento francés y posteriormente en el pensamiento europeo. “Dios ha muerto”, Foucault de alguna forma señala junto con Nietzsche que la muerte de dios es igual la muerte del hombre, pero de qué hombre estamos hablando, hablamos precisamente del sujeto, de aquel sujeto construido y elevado a la máxima racionalidad, por la modernidad, en especial, por Descartes. Foucault propone que la muerte del hombre es la salida del sujeto, sujeto expulsado, sujeto tácito que ahora con el pensamiento estructuralista se pretende combatir. Este combate contra la filosofía moderna es el inicio del pensamiento foucaultiano.

El sujeto no está en el centro ni domina la realidad”, señala Foucault y justamente  con la muerte de Dios el acaecimiento del sujeto fundante, en el conocimiento de sí mismo y de la realidad, es lo que Foucault señalará posteriormente; que no hay sujeto, no hay sub-jectum, algo que sostenga la realidad misma y por sí misma. Sino más bien, hay un sujeto que se ha construido por las relaciones de las estructuras, más adelante en su pensamiento veremos que esas estructuras sociales e históricas son estructuras de poder. Foucault continuando con la crítica que hace a la modernidad, encuentra en la crítica de Heidegger a Descartes, que el sujeto no esta en el centro ni es constitutivo de la realidad. Esto debido, y en palabras del propio Heidegger a que; el hombre ha olvidado al ser y ha entablado un nexo con los entes. De alguna u otra forma el sujeto se ha fundado a partir de una connotación de entidad, es decir, como un ente, cuestión que Foucault destaca de los griegos, en su libro la Hermenéutica del sujeto, como aquellos que  no hicieron del hombre un ente, sino más bien, plantearon una relación de encuentro entre el hombre y las cosas, el hombre y el mundo. Ahora, el sujeto no es punto de partida del conocimiento, no es centro del conocimiento ni sujeto epistemológico.

Por otra parte, Foucault estudiará a este sujeto en  relación con la sociedad a partir de las sociedades disciplinarias, y lo hará bajo la escritura de su libro “Vigilar y Castigar”, en este libro muestra cómo y de qué forma ciertas estructuras disciplinarias se han instalado en nuestro modo y habitad de trabajo, de estudio y de sanción. En conjunto con ellas una nueva forma de pensar aflora en él, el cual se relaciona principalmente con la figura del poder. Para Foucault el poder es poder de algo, en un caso así el poder es poder de la razón. Para examinar y ver cómo se llegó a tal apreciación habría que releer los textos de “Vigilar y Castigar” e “Historia de la locura”.

Muerto el cuerpo queda la cabeza, queda la razón, un aparato tan poderoso que domina todo, cómo llegó a constituirse en la razón por excelencia, cómo logró instaurarse como lev motiv del pensamiento es lo que precisamente Foucault estudia en esos dos libros nombrados anteriormente. La razón es la mejor invención para dominar  a los hombres, es la mejor forma de ejercer y ejecutar el poder. Cómo cuestionarla sin caer en el desmedro de ella, Foucault para tal tarea centra en la locura un eje central para interiorizarse en la razón y desde ella, desde adentro comenzar a debilitarla.

Foucault estudia a la sociedad, en cómo ella a través de su mirada -panóptico- ha objetivado las relaciones entre los ciudadanos a través del control y a través del castigo. El panóptico es la mirada inquisidora que observa sin ser observada o captada ella aniquila al ser humano y lo cosifica en un ente apropiado a la estructura social. Así mismo la crítica que se plantea tanto a la sociedad como a la filosofía moderna también se plantea a la ciencia, ya que ella en su afán de estudiar al hombre, ha hecho de él un ente más, uno al cual se debe examinar minuciosamente, se debe saber de él con total entereza, para qué todo esto, nos dice Foucault, no es para saber el hombre por sí mismo, sino para estudiarlo y dominarlo, tenerlo bajo el poder, poder de quién. En el nacimiento de la biopolítica aparece nuevamente el tema del poder ejercido principalmente por la figura gubernamental del Estado y del ciudadano.

Para concluir este pequeño esbozo, terminamos por señalar que el poder instaura discursos de “verdad”, la verdad es instalada desde el poder, dónde hay poder también hay verdad, sea social, religiosa, filosófica, científica, ética, etc. El poder moldea la mente del ser social, lo ablanda, lo forma a tal punto que lo domina formando sujetos del poder, en definitiva forma subjetividades, forma verdades, con ello Foucault siguiendo los pasos de Nietzsche diría que no hay verdad, sino hay verdades, hay interpretaciones, hechos, posibilidades de verdad.

Por lo tanto con Foucault encontramos una arqueología del poder, es decir hacer del sujeto un sujetado, de qué o de quién, del poder, el poder es quien construye al sujeto bajo los criterios de verdad que un grupo de personas pretende imponer como verdad para todos.

Acá les dejo un video realmente interesante en donde el mismo Foucault se refiere a lo que es el hombre y las diferentes ciencias que lo rodean.

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